¡¡¡¡Lacoruuuuu!!!!

Publicado: 26/08/2010 en Noruega-Galicia

Queridos todos:

Este es mi último mensaje (snif snif). Os escribo confortablemente instalado en el sillón de mi despacho, en A Coruña, después de haber completado la última etapa de nuestra aventura sobre ruedas a tierras polares. He dormido tan bien que a duras penas me lo puedo creer. Casi no me acordaba de mi camita, ni de mi casita. Nos marchamos la mañana del jueves, 15 de julio y llegamos por la noche, el miércoles, 25 de agosto. O sea, 6 semanas exactas.

Aquí tenéis, por última vez (snif snif), el mapita con la ruta del día de ayer:

Ayer dejamos a Mari en su Euskal Herria querida, con los gudaris, y nos volvimos F., Coco y yo en el coche. Estaban con las fiestas de Bilbao. Después de escribir el blog estuvimos viendo un momento los fuegos artificiales desde la ventana, a lo lejos. Creo que había una marcha en Bilbao de narices, pero nosotros nos tuvimos que ir a dormir como niños buenos. Y al día siguiente, en el camino de vuelta a Jalisia, como no nos conformábamos con dejar las cosas así de bien, nos montamos una película. La secuencia de los hechos fue la siguiente (narrada cual catástrofe aérea):

16h33 – En Vega de Valcárcel (el Bierzo, León) paramos para descansar y relevo a F. por última vez al volante.

16h38 – A los pocos minutos de iniciar la marcha, se enciende la luz de reserva de gasoil.

16h39 – El piloto informa al copiloto de la necesidad de repostar.

16h40 – El copiloto asiente. Ambos continúan despreocupadamente la animada conversación mientras se gesta la tragedia.

17h58 – Una hora y cuarto más tarde, a escasos 20 kilómetros de A Coruña, el copiloto se lleva las manos a la cabeza y grita “¿Y el gasoil?” El piloto despierta de su estado de hipnopia profunda. El copiloto reprograma el GPS (Manola) buscando desesperadamente una gasolinera para hacer un repostaje de emergencia. Manola loquea.

18h00 – Aparece una gasolinera como por arte de birli birloque en la siguiente salida de la autovía. El piloto reduce la velocidad y suprime el aire acondicionado para ahorrar combustible.

18h02 – El coche abandona la autovía y se detiene en un Stop que hay al final de la salida. El motor, sin gasoil, se para. El piloto se empieza a cagar en todo, haciendo desfilar a todos los SS en procesión, mientras al copiloto le da un ataque de risa, aumentando el cabreo del primero.

En fin, que hubo que sacar triángulos, chalecos, etc. etc. F. hizo autostop hasta la gasolinera, en donde le dieron una botella con un litro de gasoil, que vertimos convenientemente en el depósito enguarrinándonos como cochinos. Y así terminamos nuestro viaje, con gran vergüenza, después de no haber tenido ni el más mínimo percance durante doce mil y pico de kilómetros. Grrrrr… Y tuvimos suerte, porque podíamos haber tenido problemas más graves si el coche no arranca… En fin, pasó el susto…

Las cifras del viaje: 12,533 kilómetros contaditos uno tras otro y alrededor de 600 litros de gasoil. 9 países atravesados de cabo a rabo: España, Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, Dinamarca, Suecia, Finlandia y Noruega. ¿Nuestras noches? Chorropotocientas cabañas en cámpings, un par de albergues juveniles, cuatro o cinco hoteles, una noche en un barco y otra durmiendo en el coche como indigentes. ¿Ferries en los que metimos el coche? Perdimos la cuenta… ¿Kilos de pasta y arroz ingeridos? Traigo cara de tortellini… ¿Comida basura? Qué os voy a contar que no imaginéis… A 40 euritos el platito en un restaurante y 9 euros la cervecita en el bar, la pizza y el perrito están asegurados… ¡Ahora toca dieta! Aquí tenéis nuestro recorrido completo:

Ha sido un gran placer escribir nuestra aventura y poder contar con vuestra compañía. Este blog pretendió ser nuestro diario, para tener un registro de lo que fuimos haciendo día a día. Pero también para que nuestra familia y amigos supieran lo que estábamos haciendo y poder compartir nuestras experiencias con vosotros. También, ¿por qué no? como experimento tecnológico (es maravilloso lo que hoy se puede hacer con Internet: ya no hay que esperar a volver a casa para enseñar las fotos). Y finalmente, como potencial fuente de inspiración para quien quiera, en el futuro, lanzarse a una aventura como esta siguiendo esta ruta u otra distinta. En la web queda el blog mientras WordPress tenga a bien no suprimirlo.

Os doy las gracias a todos por habernos seguido, muy especialmente, a los que participaron en el blog con sus comentarios, aunque no siempre hayamos tenido tiempo de contestarlos. A continuación voy a presentaros un trabajito que hizo F. para poner al final del blog, con datos de interés que fue recopilando durante el viaje, por si alguien se anima a repetirlo. Sin más, gracias de nuevo y un abrazo muy fuerte a todos.

DATOS DE INTERES DE NUESTRO GRAN VIAJE

Peajes de Francia:  120 €

Peajes de Alemania, Belgica y Holanda:  Gratuitos

Ferri que atraviesa Alemania-Dinamarca:  80€

Peaje puente de Malmo:Dinamarca  285 coronas danesas

Danhostel: Albergue en Copenaghe. Dinamarca 3 noches x 4 pers= 340€

: Albergue en Estocolmo.Suecia 3 noches x 4 pers= 2500 kr suecas (1€ = 9.45kr)

Hotel Aina**:Suecia 1 noche x 4 pers = 1050 kr suecas (incluido desayuno buffete)

Cabaña Sikfors: Suecia 2 noches  x 4 pers = 1700 kr suecas, con cocina y baño.

Hotel Caly ****: En Rovaniemi.Finlandia. 2 noches x 4 pers. = 282.60€

Kaamasen: Cabaña en Iniari. Finlandia 2 noches x 4 personas 156€,baño y cocina comunitaria. Bastante mediocre.

Cabo norte: Cabaña en Cabo Norte Noruega. 2 noches x 4 personas=1250 kr noruegas (1€=8 kr),con cocina pero sin baño. Ducha cuesta 5kr durante 5 minutos.

Bar de hielo: 135 kr noruegas, inclida 2 bebidas sin alcohol, una de ellas servida en vaso de hielo.

Ferry desde Cabo Norte a Tromso: 1365 kr noruegas x persona, sin camarote.

Narvik: Cabaña en Narvik.Noruega, 1 noche x 4 personas 650 kr noruegas, con cocina y baño.

Stromhaug: Cabaña en Straumen,Noruega 1 noche x 4 personas= 500 kr noruegas, cocina y baño comunitaria.Ducha cuesta 10 kr durante 5 minutos

Korgen: Cabaña Korgen, Noruega 1 noche x 4 personas= 400 Kr noruegas, cocina y baño comunitario.

Bilbau, ¡Riau riau!

Publicado: 24/08/2010 en Noruega-Galicia

OOOOOla. Escribo estas liñas desde Basurto, un bairro de Bilbao. Xa estamos en España (ou Euskal Herria, para que non se enfade Mari). En calquera caso, nós sentímonos como na casa (ceamos pulpiño e todo). Tanto, que se me antolla redactar o post de hoxe en galego.

Deixádeme poñer a ikurriña, para alegrarlle o día a Mari (con qué pouco se fai feliz á xente 🙂 ):

Foi emocionante atravesar a “muga” (fronteira entre Iparralde e Egoalde, hispano-francesa) despois de SEIS SEMANAS fóra da casa. Si señor… mañá fai seis semanazas que puxemos rodas fóra de España. Estamos FARTOS. Vou ser franco convosco. Non é tanto a viaxe ou a condución do coche (que a min me encanta; volvería marchar agora mesmo, honradamente…) É máis ben o cansancio de durmir cada día nun sitio diferente, buscalo, descargar o coche, instalarse, situarse, facer a compra, cociñar, lavar a roupa, buscar a oficina de información turística, etc etc para o día seguinte volver cargar o coche para volver marchar e volver a empezar noutro sitio…

Onte estivemos o día por París. Como os meus curmáns traballaban, as rapazas marcharon ao centro de París entanto eu marchei á piscina nadar un par de horas. Vivín outra odisea para atopar piscina aberta (desas odiseas ás que xa vou estando afeito… por que non terán no estranxeiro horarios de piscina “normais” como en Jalisia?) Despois de recoller ás nenas co coche nos Campos Elíseos, demos unha volta ao Arco do Triúnfo (case me levan o coche por diante; os parisinos circulan como se estivesen no Far West), subimos á Basílica do Sagrado Corazón, dar unha voltiña. Había un ambiente estupendísimo por París; déronme ganas de quedar uns días máis… Pero logo me deu o ataque de morriña. E a dor de lombo logo me lembrou que canto antes me baixe do coche, mellor.

Hoxe fixemos o traxecto París – Bilbao. Algo máis de 900 kilómetros. Arestora levamos exactamente a frioleira de 11.500 kilómetros desde que saímos.

A cousa toca ao seu fin. Acábame de chamar por teléfono Alejandro para me dicir que chegou ben a Galicia (lembrade que o deixamos hai catro días en Ámsterdam). Está desexando que quedemos para recuperar as súas maletas. Estes días soubo de nós por este blogue do que el foi protagonista canda nós durante case toda a viaxe… Paradoxas da vida…

Mañá imos facer a última etapa da nosa aventura: Bilbao-A Coruña. F. protesta porque ela aínda ten que coller o seu coche (que quedou na miña casa) e marchar para Cangas, así que aínda ten unha tiradiña máis. Prometo escribirvos unha última entrada mañá ou pasado para rematar este blogue e incluír, se cadra, algúns datos de interese por se alguén se anima a visitar Noruega.

Ata mañá, logo. Apertas!!!

Evaristo o Listo.

Paris

Publicado: 22/08/2010 en Noruega-Galicia

Hola a todos. Os escribo con faltas de ortografia y con mucha dificultad desde un teclado gabqcho que tiene todqs las teclas cambiadas de sitio. Sinverguenwas!!!

Al llegar q Kiel desembqrcamos e hicimos el viaje hasta los alrededores de Amsterdam, en donde no pudimos ver nada interesante poraue solo nos auedamos a dormir

Nuestro trqyecto.

Nos quisieron estafar miserablemente en el hotel cobrandonos el doble de lo que correspondiq, pero al final nos devolvieron la pasta. Dejamos a Alex en Holandq y al dia siguiente hicimos el trayecto entre Amsterdam y Paris; parandonos en Amberes. Solo tuvimos un par de horas para ver la ciudad  y de verdad que vale lq pena/

Mirad cmoo se nota que los espanoles hicimos de las nuestrqs por esos pagos;

Ahora estoy en un cyber; al lado del Museo del Louvre y la Catedral de Notre Dqme: Estamos alojados en casa de mi primo Yann; su mujer Paskell y su ninha Iris. A ver si os puedo ensenhar algunq foto: Hoy hemos estado recorriendo Paris/ Hemos dejado el coche aparcado en un sitio de carga y descarga; qsi que es posible que tengamos que ir a recogerlo al deposito municipal. Ya os contqre.

Mirad que foto en la Torre Eiffel. Foto de esta tarde recien salida del horno/

Manhana nos vamos o ql Louvre o a Versalles si tenemos el coche; claro. No creo que pueda volver a escribir el blog hasta llegaqr q Corunha. Pasado dormimos en Bilbao y el miercoles llegamos a casita. Os contare lo que hicimos. Lamento lo incomodo de mi ortografiq; este teclado es un conazo. Gracias por vuestros comentarios; lamento no poder contestaros por razones evidentes.

Un abrawo:

Chao:

Hola a todos. Os escribo estas líneas en el medio y medio del Mar del Norte, en primicia. Las niñas están mareadas y tumbadas en la cama y yo me he arrastrado hasta el ordenador, pero poco tardaré en pasar por caja también. Y es que tenemos mal tiempo y olitas muy altas, y no tenemos costumbre de viajar por mar.

Salimos como estaba previsto, a las dos de la tarde. Ahora son las 20h40 y estamos navegando entre las costas sueca y danesa. El barco es alucinante y acabamos de estar en el jacuzzi y en la piscina. Cuando salimos del fiordo de Oslo y enfilamos el mar abierto, el cielo se cerró y el agua de la piscina se empezó a desbordar por fuera del vaso. Todo el recinto se convirtió en una piscina. Así que hubo que salir.

La conexión a Internet es estupenda, así que voy a aprovechar para enseñaros las fotitos de Oslo que hice hoy por la mañana hasta las dos y las del barquito. Aquí tenéis una del Ayuntamiento de Oslo, que vísteis ayer por fuera. Allí vimos unos frescos alucinantes que contaban la historia de Noruega:

Desde el siglo XVI hasta el XIX Noruega fue una provincia de Dinamarca. Luego, hasta 1905, estuvo dentro de Suecia y el 17 de mayo de 1905 Noruega se independizó (me acuerdo porque es el Día das letras Galegas, jeje). Los noruegos son muy patriotas. Aquí tenéis una foto de la sala del pleno:

Nos hicieron una visita guiada y nos explicaron la historia del patrón de la ciudad (cuyo nombre impronunciable no recuerdo pero prometo mirar en Internet cuando la conexión no cueste una pasta). Aquí tenéis la sala en la que se entregan los Premios Nóbel de la Paz:

Después de dar el último paseo por Oslo nos fuimos al hotel a cargar el coche y a ponernos a la cola para embarcar en el ferry. Tuvimos que esperar un montón de tiempo porque había muchísimos coches, camiones y autobuses. Me hicieron aparcar el coche de cualquier manera. Caótico, para ser noruegos…

Mirad nuestra suite. Se trata de un camarote para cuatro personas. Aparentemente, sólo hay una cama de matrimonio y una supletoria. Fuimos a protestar y una empleada que resultó ser portuguesa nos explicó que hay una cuarta cama que está colgada del techo y que se despliega. Le dijimos a la señora “Na Galiza e Portugal todos falamos igual” y se rio. Pero no le dimos nada de propina… ¿Se habrá enfadado? Para gastar estamos nosotros ahora… Estamos planteándonos tocar la pandereta en Ámsterdam y pasar el sombrero a ver si amortizamos algo la sangría…

Ya nos hemos encontrado más veces a empleados portugueses trabajando en los ferries escandinavos. Cuando fuimos a comer a uno de los múltiples restaurantes del barco nos atendió otro portugués que nos explicó que trabajaba aquí 15 días y otros 15 se volvía a Portugal. Ganaba 4,000 euros el tío. Pero hay que saber hablar noruego… ¿Alguien se apunta?

Aquí tenéis una foto del trayecto que estamos haciendo. En el mapa lo que veis es el recorrido tal y como lo haríamos si fuéramos por carretera:

Aquí tenéis una foto del restaurante en el que vamos a cenar. Que sepáis que desde que empecé a escribir el blog, el barco se ha dejado de mover bastante. Las niñas ya se encuentran mejor y Mari incluso se ha levantado de la cama. Como ya no tienen la comida en el estómago, 🙂 ahora tienen hambre y vamos a cenar. Aquí. Tacháaaaan :::

¿A que es chulo? En el ventanal del fondo podéis ver la popa del barco. Mirad qué barandilla más chula:

Antes estuve echando un vistazo al casino. Al lado hay también una sala de juegos con maquinitas de carreras de coches. Echo de menos a mi amigo Toñito para echar una al “enchenchin inchuáin”:

Antes de que empezara el baile estuve por la cubierta dando una vuelta para haceros esta foto:

Y el flotador con el nombre del barco:

Antes de salir a mar abierto se vio durante un largo rato el fiordo de Oslo y la costa noruega:

Y aquí me tenéis a mí, hace un rato, haciendo el blog, en el camarote, mientras las niñas semiagonizaban (es bromaaa… y además, ahora ya están como motos). Se van a enfadar (F. ya está diciendo que se me nota la risa de estar escribiendo lo que no debo).

Después de cenar, nos vamos a la sala de juegos y tal vez, a la disco, que hacen fiestorro. A ver si no se vuelve a levantar oleaje y acabamos todos pochos otra vez… Mañana nos levantaremos hacia las ocho para estar listos para desembarcar. Llegamos a las 10h a Kiel, en Alemania, y luego nos esperan cinco o seis horitas hasta Ámsterdam. Si nos da tiempo, tal vez iremos a cenar al centro y os enseñaré unas fotos de la ciudad (que no conozco). Y si por una cosa o la otra no puede ser, ya os escribiré desde París. Nos vamos a alojar de sábado a martes en casa de mi primo Yann, su mujer Paskell y su hija Iris. Ya os enseñaré una foto de la niña, que es un encanto 🙂

Un abrazo a todos.

Evaristo el Mareado.

Stavanger, Kristiansand y Oslo

Publicado: 18/08/2010 en Noruega

¡Hola! Os escribo este post desde Oslo. Estos días no he tenido acceso a Internet; de ahí que no os escribiera. Ya tenía auténtico mono de sentarme al teclado para escribir estas líneas. Voy a contaros lo que hicimos durante este tiempo.

LUNES, 16 DE AGOSTO: STAVANGER

Este día estaba previsto como una jornada de reposo que les pedí a mis compañeros de viaje para poder ir a la piscina. Nos quedamos en el mismo cámping que el sábado y el domingo, estratégicamente situado para poder ver Preikestolen y la ciudad de Stavanger. No os podéis ni imaginar el trabajo que me dio encontrar una piscina abierta: desde que entramos en Noruega siempre es la misma canción: no hay muchas piscinas.

La mayoría cierran durante el verano y las que abren lo hacen con un horario esquizofrénico. Figuraos que la que encontré en Stavanger abría de 6 a 12 de la mañana y luego cerraba. En otras ciudades la piscina abre a las 14 y cierra a las 18. Horarios completamente diferentes, requisitos diversos y normas varias según el lugar. A veces te piden gorro y otras no. En algunos sitios te piden bañador deportivo y en otros puedes prácticamente bañarte en calzoncillos. He pasado por piscinas cubiertas y descubiertas, frías y calientes, caras y baratas, con taquillas con cierres sofisticados o con perchitas al alcance de cualquiera…

Mientras estuve nadando las chicas se fueron con Alejandro de compras en Stavanger. Aquí tenéis un mapa para que lo situéis:

Luego, estuve con Mari en el Museo Noruego de Petróleo, que me pareció verdaderamente alucinante. Aquí tenéis el enlace a su sitio web por si os interesa:

NORSK OLJEMUSEUM

Nos llevó verlo más de cuatro horas y nos encantó. Allí aprendes cómo se forma el petróleo y cómo se extrae. Tienen expuesta maquinaria que se usa en la extracción del oro negro y también varias maquetas de plataformas petrolíferas del Mar del Norte:

Aquí tenéis una foto de un “helicóptero submarino”. No entendí muy bien el mecanismo que le da nombre al invento, pero así se llama el artilugio.

Y aquí me tenéis a mí dentro de una cápsula de emergencia que hay en las plataformas para caso de evacuación. No quisiera verme en ella un día de tormenta en el Mar del Norte con otras veintitantas personas a bordo…

Mari saliendo del engendro:

La cápsula desde fuera (será por fotos…)

Y aquí me tenéis dirigiendo una máquina de extracción de petróleo. Conseguí sacar una gotita para la Vespa:

También dedican una parte importante del museo al trabajo de los submarinistas, que por cierto es muy peligroso. En otra sección explican cómo se descubrieron los pozos del Mar del Norte en los años 60 y cómo eso repercutió en la generación de riqueza noruega: fijaos que el 25% del PIB del país proviene del petróleo y el gas, que exportan a toda Europa. El 18% del gas que se consume en España proviene de allí.

Incluso leí en un panel que hacen encuestas periódicas para ver cómo evoluciona la felicidad de los noruegos contrastada con la evolución económica del país. Han llegado a la conclusión de que los noruegos no son más felices desde que son uno de los países más ricos del mundo y que, en cambio, conceden gran valor a los valores no materiales.

Noruega tiene uno de los sistemas de protección social más completos del mundo, pero en cambio, para mantenerlo tienen que pagar más o menos la mitad de su sueldo a la Hacienda Pública. El lugar ideal para ponerse enfermo…

En cuanto a Stavanger, he de decir que me gustó mucho: se trata de un pueblo grande con un centro histórico muy bien conservado, montones de tiendas para hacer compras y un puerto precioso. Aquí tenéis una foto de la iglesia (¿o catedral, más bien?) En fin, una “domkirke”, en noruego.

El puertecito:

MARTES, 17 DE AGOSTO: KRISTIANSAND

El marte emprendimos definitivamente el camino de vuelta a casa. La primera parada: Oslo. Pero como hay siete horas de camino,  fragmentamos la etapa en dos días y nos paramos a visitar la ciudad de Kristiansand, que, a juzgar por el mapa, parece la ciudad más meridional de Noruega. Esta es la ruta que hicimos desde Stavanger hasta Kristiansand:

Desde aquí debe de haber unos 2.500 ó 3.000 kilómetros hasta el Cabo Norte y las diferencias entre ambos lugares son enormes. Pensad que la distancia es muy grande pero que sólo hay poco más de cuatro millones de noruegos. Galicia es muchísimo más pequeña y casi tiene la misma población. Aquí tenéis unas fotos. La verdad es que Kristiansand es un pueblo agradable pero un tanto anodino:

Comimos en una cadena de pizzerías que se llama Pepe Pizza. Y nos hemos pedido la pizza “Viva España”, con chorizo y ajo (que no vale ni dos duros). Pero fue muy gracioso; eso sí. A Alejandro le encantó:

Llegando al cámping, dos horas antes de llegar a Oslo, nos cayó un chaparrón como si nos echaran cubos de agua. Nos encharcamos completamente descargando el coche y por si fuera poco, la cabaña no tenía cuarto de baño, de forma que para ir a ducharse o al WC nos tuvimos que volver a mojar. Un horror… Y aún encima, no tenía wifi para hacer el blog: el colmo. Esta es tal vez la última cabaña en la que estamos.

MIÉRCOLES, 18 DE AGOSTO: OSLO

Hoy hemos llegado a Oslo por la mañana. Nuestra ruta desde Kristiansand:

Hemos dedicado la tarde a visitar la ciudad. Aquí tenéis una foto del famoso ayuntamiento de Oslo; la que se hace todo el mundo aquí:

Y allí mismo, los barquitos en el puerto:

Las niñas frente a un canal, en una zona de edificios modernos. No quiero ni pensar lo que costará un pisito ahí:

Debía de haber fiesta, porque mucha gente iba disfrazada y haciendo el ganso por la calle. Hay una marcha en Oslo que yo no me esperaba… De saberlo, nos pasábamos aquí unos días. Estos de la foto iban disfrazados de mejicanos y cantando “Ay Jalisco” en un castellano deplorable:

El Teatro Nacional:

El Palacio Real:

En un jardincito, momento de intimidad:

El Vigelandsparken; el “Hyde Park” de Oslo:

Una estátua de Alfred Nobel:

Mañana por la mañana cogemos el ferry a Alemania y espero hacer más fotos allí, aunque no creo que tengamos Internet hasta llegar a Ámsterdam. ¡¡Sigo escribiendo!!

Un abrazo a todos.

Evaristo el Listo.

Preikestolen

Publicado: 15/08/2010 en Noruega

Hola de nuevo.

Ayer dedicamos el día a desplazarnos desde Lofthus hasta un cámping en las inmediaciones de Stavanger, a una horita de nuestro destino: Preikestolen. Nos tomamos el día con mucha calma y no hicimos nada que merezca la pena ser mostrado, excepto una cascada que encontramos por casualidad por el camino. Ya os he dicho que en este país te encuentras cascadas, lagos, fiordos, renos y glaciares detrás de cualquier curva.

El cámping es estupendo y nos quedamos aquí tres noches, para poder subir a Preikestolen (uno de los grandes objetivos de nuestro viaje) y visitar Stavanger, una localidad muy turística de la costa sur. El paisaje ayer cambió radicalmente y las montañas dieron paso a suaves colinas de pastos y pocos árboles, que recuerdan más a Bretaña o Irlanda que a lo que hemos visto en el resto de Noruega, Suecia y Finlandia.

Aquí tenéis la ruta que hemos hecho desde el Cabo Norte hasta aquí. Hemos cruzado Noruega entera de norte a sur, desde el 1 de agosto hasta hoy, día 14:

Aquí tenéis en donde estamos, en las inmediaciones de Stavanger:

Hoy hemos dedicado el día a subir a Preikestolen.

Se trata de la pared vertical más alta de Europa, con más de 600 metros de vertiginosa caída. Para llegar a ella hay que hacerse una ruta de senderismo durante dos horas, cuesta arriba, por un camino lleno de piedras. Había tanta gente que aquello parecía la Calle Real en hora punta: matrimonios con hijos, bebés, perros, etc. Fue una ruta realmente dura, porque las piedras resbalaban y era muy fácil dejarse los dientes en cualquiera de ellas. De hecho, F. se torció un pie y yo casi me hago daño también.

En el medio de la subida había un pequeño laguito en el que muchos se bañaban, a pesar de que estaba llenito de barro.

Y mirad qué vista sobre el fiordo:

Ya muy cerca de Preikestolen:

Y por fin, la pared:

La Mari asomándose al vacío:

Sobre la piedra había muchísima gente de todas las nacionalidades; hasta nos encontramos con una portuguesa que llevaba un bebé llorando escandalosamente. F. le ofreció su ayuda y ella le dio las gracias.Tuvimos muchísima suerte, porque hizo un día estupendo de sol y calor, a diferencia de lo que nos pasó en el Cabo Norte, en donde no pudimos disfrutar del sol de media noche.

Alejandro no pudo evitar hacer el ganso con la camiseta y la banderita, así que Mari le hizo las fotos toreando delante de todo el mundo mientras yo discretamente me separaba de ellos y hacía como que no los conocía.

Una última mirada antes de marcharse:

Y en el camino de vuelta me dediqué a sacar fotos del ferry que tuvimos que coger para cruzar el fiordo. En Noruega en vez de hacer puentes que crucen los fiordos, se usan los ferries. De esta forma, vas por una carreterita y de repente se acaba y tienes que esperar el ferry (que además cuesta una pasta). En 300 ó 400 kilómetros igual te tienes que coger tres o cuatro barquitos.

Con la subida a Preikestolen hemos terminado todo lo más importante que hemos venido a hacer aquí. Mañana descansaremos dando una vuelta por Stavanger y pasado emprenderemos el regreso a Galicia. Nos quedan por delante 3.000 kilómetros. Vamos a pasar por Kristiansand (en el sur de Noruega) y Oslo, en donde cogeremos un ferry hasta Kiel, en el norte de Alemania. De allí iremos a Ámsterdam, en donde dejaremos a Alejandro, y entonces, a París, en donde descansaremos un par de días antes de abordar la paliza final, hasta A Coruña. Allí estaremos dentro de algo más de una semana.

Seguiré contándoos lo que vamos haciendo durante este tiempo.

Un abrazo a todos.

Evaristo el Listo.

Urnes stavkirke og Flamsbana

Publicado: 13/08/2010 en Noruega

Hello! El título de hoy lo he compuesto yo en mi incipiente pero patético y macarrónico noruego, aprendido a base de fijarme en los carteles, los folletos y lo que dice la gente. Significa (o pretende significar): “La iglesia de Urnes y el Tren de Flam”. Esas son las dos cosas que hemos hecho hoy.

Hemos visitado todo lo prometido, y esta vez tengo fotos fresquitas y muy interesantes. Por la mañana nos levantamos bien tempranito y nos fuimos a coger el ferry para ir al otro lado del fiordo, en donde se encuentra el pueblecito de Urnes. Ya os dije ayer que allí se puede visitar la iglesia más antigua de Noruega, enteramente hecha de madera.

La verdad es que nos encantó. Pero nos entusiasmó particularmente la explicación que nos dio el guía local, que se esmeró muchísimo y nos ofreció un montón de información sobre la construcción de la iglesia, de la época vikinga. Con la llegada del cristianismo a estos pagos, se empezaron a construir iglesias cada vez más altas, para dar sensación de verticalidad. Pero no se conocían técnicas para hacer edificios altos con madera, así que las primeras iglesias se venían abajo. La técnica se fue desarrollando hasta conseguir una iglesia como esta, que lleva 900 años en pie y ahí sigue.

Una de las técnicas que más me llamó la atención es la perforación de las paredes laterales. Los agujeritos permiten que el viento atraviese la construcción evitando que la tire abajo. Además, el edificio se mueve en función del viento (o sea, que es flexible; si fuera rígido, al contrario, se derrumbaría).

Como hubo quien le prendió fuego a iglesias parecidas, esta cuenta con un sistema que detecta el fuego y antes de cinco segundos se encarga de encharcar la iglesia entera de arriba a abajo.

El guía nos explicó que hombres y mujeres se sentaban separados y que había asientos reservados para las familias prominentes. Le pregunté si se seguían haciendo misas y me dijo que sólo en las ocasiones especiales. Además, en verano, se celebran bodas, bautizos y confirmaciones de gente que viene del extranjero y que reserva la iglesia por un máximo de 45 minutos. Si os interesa casaros aquí tened en cuenta que tenéis que traer vuestro propio sacerdote.

En el párking, antes de cruzar el fiordo, le preguntamos a unos turistas si había que pagar por dejar allí el coche. Nos dijeron: “Parece que no, pero a nosotros nos da igual: somos italianos”. Y nos partimos, porque nosotros somos igual de jetas (o esa es nuestra fama). Además, estuve de palique con un matrimonio alemán que nos hizo una foto. Nos preguntaron de dónde veníamos. Mari, en otro arrebato de patriotismo, les dijo que del País Vasco. Y el tío, ni corto ni perezoso, se atrevió a bromear: “Have you got a bomb in your pocket?” Mari se cabreó y F. y Alejandro se troncharon para su disgusto…

Desde Urnes volvimos a cruzar el fiordo en el ferry y nos fuimos a Flam, un pueblo entre montañas tan aislado, tan aislado, que para llegar allí tuvimos que atravesar un túnel de nada menos que 25 kilómetros. En fin, ese fue el más largo. A lo largo del viaje, para llegar allí y para continuar hasta el cámping, pasamos otros túneles más “cortos”: de 5, 7 y 11 kilómetros respectivamente.

La sensación es un poco claustrofóbica, sobre todo cuando estás a 12 kilómetros de la boca del túnel más cercana, en el medio y medio de la montaña. Hasta hay áreas de descanso iluminadas con luz azul para dar la sensación de estar a cielo abierto (supongo que para gente claustrofóbica). La foto no salió muy allá, pero bueno:

En el pueblo de Flam no hay absolutamente nada de interés, excepto que es el punto de partida del famosísimo tren de Flam (o Flamsbana), que remonta las montañas hasta el pueblo de Myrdal. Había allí cientos de turistas subiendo y bajando de los trenes. El billetito cuesta una pasta: 40 euros ida y vuelta por 20 y 20 kilómetros de viaje, eso sí, espectacular.

La línea férrea entre Flam y Myrdal es de interés porque la construyeron a principios del siglo XX con una obra de ingeniería alucinante para la época, con montones de túneles y puentes. Hay incluso un túnel circular en una montaña, para poder remontarla como si fuera una montaña rusa.

A F. y Alejandro el precio les pareció excesivo y decidieron quedarse en Flam, pero Mari y yo nos atrevimos a hacer la inversión… Ya de estar aquí…

Cuando íbamos en el tren se puso a llover y tuvimos oportunidad de disfrutar de este arco iris tan bonito:

Mirad el túnel en espiral del que os hablaba antes. Si os fijáis, hay varios niveles a medida que va subiendo la montaña:

Los túneles están íntegramente excavados a mano, sin máquina alguna. Cada metro les llevaba un mes de trabajo duro a los obreros. En total, les llevó 20 años completar los 20 kilómetros de recorrido… Casi como la A-6 de Coruña a Madrid, o como el AVE y la Tercera Ronda… Es que en Lacoru no tenemos nada que envidiarle a Flam… los plazos de construcción vienen siendo igual de dilatados 🙂

En un punto del recorrido, el tren se detuvo para que pudiéramos bajarnos a admirar una catarata. Ya hemos visto cascadas tan espectaculares que casi ni miramos para esta. Eso sí, hubo un pequeño espectáculo con música en el que dos guapas noruegas bailaron para los turistas en lo alto de la montaña, junto a la cascada… Pa matarse…

Y a la vuelta, un simpático troll nos despedía cuando salíamos de la estación:

Me acordé mucho de nuestro seguidor de Redes, que disfrutaría como un gorrino viendo la iglesia de Urnes o haciendo ciclismo por las estupendas carreteras que recorren valles y montañas en esta región de Noruega.

Mañana ponemos proa a nuestro último destino antes de regresar: Stavanger y la subida a Prekestolen, que es la pared vertical más alta de Europa. Os contaré todo con pelos y señales.

Un abrazo.

Museo noruego de los glaciares

Publicado: 12/08/2010 en Noruega

¡Hola a todos! Hoy nos dedicamos básicamente a dormir la mona… Nos levantamos tarde (a las diez de la madrugada) y además, fuimos parando por todos los miradores que encontarmos por el camino. Además, disfrutamos mucho con los túneles que se encuentran a cada paso en la carretera. Te encuentras un túnel de siete kilómetros en cualquier carreterucha con la misma facilidad con la que llueve en Ferrol en diciembre.

Llegamos demasiado tarde a Sognal y el último ferry para cruzar el fiordo ya había partido, de tal forma que no pudimos ir a ver la famosísima iglesia de Urnes, de la que ya os hablé ayer. Por eso, mañana nos vamos a levantar muy tempranito para ir a verla y no perder el resto del día. En el camino, nos paramos a ver el Museo noruego de los glaciares, en donde aprendimos que como no cambiemos la forma de gestionar el mundo, dentro de poco no habrá ni glaciares ni leches…

Os recomiendo el museo; muy bonito. Está a la salida de un túnel de peaje de siete kilometritos, al pie del glaciar de Boyabreen. Es en realidad parte de un macroglaciar llamado Jostedalsbreen, que es el más grande del continente europeo, superado sólo por un glaciar islandés. En el museo nos proyectaron una película preciosa en la que se sobrevolaba el glaciar en helicóptero. Vale la pena.

Tuvimos un día muy soleado, aunque por la noche hace bastante frío. A diferencia de lo que ocurría por encima del Círculo Polar Ártico, ahora ya se hace de noche como Buda manda (ya lo echábamos de menos), aunque sólo sea por unas pocas horas. Ya podemos dormir tranquilos.

No tengo ninguna foto para enseñaros de hoy, pero mañana prometo hacer fotos para que las podáis ver (además, el día promete: vamos a ver la iglesia de Urnes y el pueblo de Flam, que dicen que es estupendísimo).

Mañá, máis. Unha aperta a todos.

Evaristo o Listo.

¡Hola! Ayer no pude escribir el blog porque estuvimos en un cámping un poco cutre y no tenía Internet. Eso sí, la cabaña era preciosa, y estaba al borde de un fiordo impresionante. Pero el dueño del cámping no apreciaba mucho las nuevas tecnologías.

Se trataba de un tío alto, encorvado y con la mirada torcida. Guardaba la distancia físicamente y te hablaba de forma peculiar. Vivía dentro del cámping, en una caravana destartalada al lado de las cabañas. De verdad que las pintiñas eran las de un escapado de un psiquiátrico… Damos con cada individuo… Eso sí, el tío era majo, pero es de esos de los que te esperas que te ataquen con una motosierra en cualquier momento en la oscuridad de la noche.

Una fotito de la cabaña:

En el grupo ya lo hemos comentado más veces: tenemos la sensación de que en Noruega no hay término medio; o te encuentras con gente encantadora que se desvive por ayudarte o, al contrario, te encuentras con gente rara, introvertida y con cara de pocos amigos.

Y ya no digamos cuando toca pagar… El otro día F. dijo que tenía sed y se pidió una cerveza en un bar. Teníais que ver la cara que puso cuando le cobraron la friolera de… ¡¡9 euros!! por la cervecita. Y es que por algo Noruega tiene fama de ser el país más caro del mundo. Desde entonces rellenamos las botellas en el río… Menos mal que traemos el cofre lleno de pasta y arroz (ya tenemos cara de tortellini). Y es que hoy hace un mes que salimos de casa, y llevamos encima 8.000 kilómetros de macarrones y arroz con tomate. Ya empezamos a estar cansados…

En fin. Os voy a contar lo que hicimos el martes, 11. Nuestro día transcurrió en Geiranger, un precioso pueblo al pie de un fiordo que tiene el mismo nombre. Llegamos allí al mediodía, después de un par de horas de viaje en las que tuvimos la oportunidad de detenernos a disfrutar de una garganta chulísima de cuyo nombre (impronunciable) no quiero acordarme:

Además, nos pillaba de paso la carretera del Troll (Trollstigen), que ya habíamos visitado el día anterior, y aprovechamos para hacer alguna que otra fotillo adicional. Mirad qué preciosidad:

La carretera, entre montañas, nos llevó desde el nivel del mar hasta los mil metros de altura en poco más de un cuarto de hora. Las curvas son tan cerradas que parecía que nos íbamos a caer por el precipicio:

Y por fin, el Geirangerfjord o fiordo de Geiranger:

Aquí tenéis el mapa para que veáis en donde estamos:

Fotito de grupo desde un mirador muy bonito:

¿A que da vértigo?

Después de dejar las maletas en el cámping de Jack el Destripador, nos fuimos a coger un crucerito por el fiordo. Bueno, no me voy a tirar de la moto. Se trataba de un ferry de transporte como otros que ya hemos cogido anteriormente, pero que hace un recorrido de interés turístico y por tanto, incluye una explicación por megafonía. En nuestro viaje coincidimos con una excursión de españoles y por eso tuvieron la deferencia de incluir la explicación en nuestra gloriosa lengua cervantina. Eso sí, después del noruego, el inglés y el alemán.

Aquí tenéis a F. en la cubierta disfrutando del viaje:

En Geiranger había fondeado un barquito chiquitito que se llamaba “Costa Mágica”, en castellano. Supongo que se trata de un barco español haciendo un crucero por los fiordos. Ya me gustaría a mí ir en esa chalupa:

Pero reconozco que nuestro crucerito tampoco era incómodo, aunque no tuviera butacas de cuero ni jacuzzi:

Al final del fiordo había un pueblo cuyo nombre tampoco recuerdo (¿qué queréis? ¡¡Lo mío no son los trabalenguas!!) No era gran cosa, pero tenía una iglesia preciosa, tan sobria como la del otro día y mucho más acogedora que las iglesias católicas a las que estamos acostumbrados. Además, había una cascada muy bonita en pleno centro:

Otra fotito de grupo con la cascada:

Ya de vuelta en el cacharro, nuestras niñas:

Y ya en Geiranger, me llamó la atención la traducción que hicieron al castellano en esta tienda: “Intercambio de modernidad adentro”. En la foto no se aprecia, pero alguien escribió con un punzón en el cartel: “MONEDA” en vez de “modernidad”. Es que los noruegos son muy modernos:

Hoy miércoles 11 por la mañana, arrancamos hacia el glaciar de Brikdals (Brikdalsbreen, en noruego). En el caminito de tierra que une el cámping de Jack el Destripador con la civilización había unos potritos que nos vinieron a despedir. Uno de ellos hasta se atrevió a apoyar la cabeza en mi ventana para que lo acariciara, el tío descarado:

Ya de camino, paradita con las montañas nevadas al fondo. Nos explicaron que en Noruega hace frío hasta más tarde que en el sur de Europa. Por eso,  la nieve no se derrite hasta el mes de agosto. De ahí que veamos montones de cascadas allí por donde vamos: estamos en pleno deshielo.

Nos detuvimos a comer en un lago que se nutre enteramente del agua de los glaciares que se deshielan. Tiene un tono verde y te la puedes beber tranquilamente. Eso sí, está muy fría.

Estuve tentando de darme un bañito, pero una vez más me rajé. Además, hoy me puse un poco mal de la garganta. Las fotos que hicimos hablan por sí mismas:

Un glaciar al fondo:

Para llegar al glaciar de Brikdalsbreen (lo cual es una redundancia) hay que dejar en coche en un aparcamiento (de pago, como todo por aquí) y caminar durante 45 minutos por un senderito precioso paralelo a un río que nace precisamente al pie del glaciar y que se nutre íntegramente de su agua. En esta foto veis el río con el glaciar al fondo (y de regalo, la Mari toda feliz):

Más río, más glaciar y más Mari:

Ya al pie del glaciar, nos encontramos con una cuerdecita y un cartel que prohíbe acercarse al glaciar, a no ser asumiendo enteramente la responsabilidad. El texto explica en noruego y en inglés que te puede caer encima una avalancha, que puedes resbalar, que puede subir bruscamente el nivel del agua y arrastrarte, o incluso, que la parte frontal del glaciar se te puede caer encima (estamos en pleno deshielo).

El caso es que una parte de los turistas que estaban allí se animaron a saltar el cordoncito y a pasearse por el pie mismo del glaciar. Hete aquí que Alejandro estaba acariciando la posibilidad de hacer lo mismo en el preciso instante en que se produjo un enorme estruendo y se derrumbó una parte del glaciar, precipitándose al río toneladas de hielo. La gente que estaba abajo salió corriendo y no sé cómo no se les vinieron los pedruscos encima. Inmediatamente, Alejandro cambió de idea y se contentó con hacer esta foto de los restos del desprendimiento:

El glaciar, visto desde el camino de vuelta:

Alejandro en plan chuliboy, al pie del río:

Y las chicas, que tampoco se quisieron quedar sin foto:

Mañana nos vamos a ver la iglesia de Urnes, a un par de horitas de aquí. Se trata de una iglesia hecha enteramente de madera en el siglo XI (creo que en la época vikinga). Es la más antigua del país. Y me voy a dormir, que son las mil. Un abrazo a todos y gracias por vuestros comentarios, aunque no siempre tengo tiempo de contestar a todos.

Auf wiedersehen!

Leche carbonizada en Mardalsfossen

Publicado: 09/08/2010 en Noruega

Hooooola. Aquí estoy otra vez para contaros lo que hemos hecho hoy. Tengo que aprovechar, que tenemos una wifi estupenda en este cámping. Tenemos una cabañita de lo más cuco, con cuarto de baño y un salón enorme para dar fiestas 🙂 Es la misma de ayer; nos quedamos aquí dos noches.

Hoy hemos ido de excursión a pasar el día a una catarata que está a 130 kms de aquí. Se llama Mardalsfossen (o la catarata de Mardal). Tiene una caída de chorropotocientos metros y es aspetacular. Antes de salir, Alex calentó la leche para el desayuno y se le quemó hasta el punto de que sabía a carbonilla. Probamos a tomarla con Cola-Cao y hasta a echarle ginebra, pero ni patrás… Aquí tenéis al inventor de la leche carbonizada, haciendo ostentación de la herramienta utilizada para su fechoría:

En la paradita para comer, nos preparamos unos bocatas y compramos un yogur líquido. El problema es que no teníamos cucharillas y nos manchamos un poquito…

Estuvimos a un tris de bañarnos en una playita de piedras que había en el lago. No traíamos ni bañador ni toalla. Como no había nadie, estuve a punto de meterme como Alá me trajo al mundo, pero al final me rajé por miedo a acatarrarme. ¡Queda pendiente!

Mirad qué paisajes más bonitos hemos visto hoy:

Aquí tenéis a F. posando para la cámara:

Y por fin, el principio de nuestra ruta de senderismo:

Dos horas para subir y dos para bajar. Una paliza; máxime teniendo en cuenta que dos dos últimos kilómetros eran de pedregal puro y duro escalando una montaña. Tuve miedo varias veces, porque había muchas piedras que resbalaban y era realmente peligroso.  Pero al final tuvimos nuestra recompensa: una catarata espectacular:

Nos quejamos durante la subida, pero hay que reconocer que sólo en un país como este puede quedar una maravilla así en estado tan salvaje. Si fuera en España, habría una escalera mecánica construida a lo largo de un paseo fluvial de cemento con cuatro carriles y una mediana, más aceras, farolas y carril bus. Amén de una cadena de hoteles al pie de la cascada y dos chiringuitos para tomarse una cerveza. Pero aquí no. Aquí te rompes la crisma para ver la catarata:

Los paisajes del camino de vuelta:

Laguito al atardecer, entre montañas:

Se me olvidaba enseñaros esta fotito de Alejandro ligando con una chica noruega que también estaba subiendo a la catarata. Ya tiene su correo y esto prometeeeee…

Y cuando veníamos de vuelta en el coche, me fijé que había una furgoneta con matrícula española parada en el arcén de una carretera de esas que hay por aquí, en donde Jesús perdió la zapatilla. Les pité y me paré. Se llamaban Jesús y Carlos y eran de Granada. Hacía días que no veíamos a ningún español. Uno de ellos vive en Alemania desde hace un año, así que el otro se fue en avión hasta allí y se vinieron en la furgo. Les hemos dado la dirección de este blog para que nos sigan. ¡Un saludo!

Mañana nos vamos al fiordo de Geiranger, a poco más de una hora de camino de aquí. Vamos a hacer el viaje por la mañana, a dejar las cosas en el nuevo cámping (debe de ser el número 15 en el que estamos) y rápidamente nos iremos a ver si podemos hacer un crucero por el fiordo. Sabemos que los hay, y desde donde salen. Pero no hemos sido capaces de reservar plaza en Internet, así que vamos a la aventura. Ya os cuento mañana, si la wifi va bien.

Un abrazo a todos.